El Santuario del Señor de Chalma en el Estado de México.
¿Sabías qué? El cristo que se encuentra en Malinalco está hecho de caña y eso le da la perspectiva y textura de qué es real, aunque no puedes tocarlo por lo mismo de que está hecho de un material delicado, así que solo podrás admirar desde lejos.
El señor de Chalma tiene varias leyendas, mitos e historias, pero las que más destacan son dos, así que vámonos con un poco de historia.
La leyenda del Cristo de Chalma
El milagro de la leyenda dice que en 1537 los frailes Sebastián de Tolentino y Nicolás Perea, de la Recolección de Religiosos Agustinos, evangelizaban la región de Malinalco y Ocuilán. Mientras tanto, se enteraron de que en una cueva cercana a Chalma se veneraba a Oxtotéotl (dios de la cueva) con sacrificios humanos.
Los religiosos fueron conducidos por los indios y al observar las diabólicas escenas, emprendieron la tarea evangelizadora. Les exhortaron a destruir el ídolo y venerar a Jesucristo. Al tercer día regresaron y vieron con sorpresa que en el lugar se encontraba la piadosa imagen que hoy se venera.
Existe otra leyenda que habla de un arriero que buscando su mula entró a la cueva y encontró a un prodigioso Cristo. Lo que tenemos por cierto es que como en otros muchos sitios, estos celosos misioneros sustituyeron al ídolo por la imagen de pasta de caña de maíz llamada «Tatzingueni». Esta técnica es la que desarrolló Vasco de Quiroga y gracias a la maleabilidad, ligereza y duración de ésta, han llegado hasta nosotros un buen número de piezas.
Fue tan atinado su culto que para fines del siglo XVI los frailes Bartolomé de Jesús María y Juan de San José decidieron fundar un convento de visita para atender a los peregrinos. Para 1683, fray Diego Velázquez de la Cadena construyó el edificio que en 1721 reconstruye fray Juan de Magallanes.
Finalmente, en 1830, el cronista del santuario Joaquín de Sardo entrega la obra fundamental que ahora conocemos. Carlos III le otorga el 6 de septiembre de 1783 el título de Real Convento y Santuario de Nuestro Señor Jesucristo y San Miguel de las Cuevas de Chalma.
A este templo acuden peregrinos no sólo de México, sino del extranjero, recibiendo las principales peregrinaciones de Querétaro, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y la Huasteca. Sus fiestas principales son el primer Viernes de cuaresma, Pentecostés y Navidad, nos comenta México desconocido.
El Santuario del Señor de Chalma
Arquitectónicamente, el Santuario del Señor de Chalma es de estilo neoclásico; destacan en su interior los conjuntos de esculturas de santos y pinturas con temas religiosos, que datan del siglo XVIII.
En la parte de la sacristía hay algunos lienzos anónimos de la Pasión de Cristo, la Magdalena y Santa María Egipciaca, la Conquista Espiritual, la aparición del Señor de Chalma y su traslado, nos informa el diario universal.
Una de las tradiciones más conocidas es la de los peregrinos que llegan al pie del viejo ahuehuete, frente a la iglesia de Santa Rita, aquellos que llegan por primera vez son distinguidos por una corona de flores y se purifican en el manantial de agua cristalina que nace de las raíces del ahuehuete. Después, los peregrinos bailan como muestra de agradecimiento por haber llegado con bien y estar cerca de su encuentro con el Señor de Chalma.
Ya tuvimos un rato de historia edomexas, ahora les quiero contar mi experiencia al estar en el santuario del señor de Chalma. Cuando llegamos nos compramos una corona de flores, la mía fue azul, no tiene nada que ver, pero lo quería mencionar, sigamos con la historia, agarramos la corona y la sumergimos en el agua de los milagros, la coloque de nuevo en mi cabeza, también me puse agua atrás de la nuca y en el cabello, con el aire que hacía y el agua fría se sintió una frescura increíble, posteriormente pedí un milagro “deseo” y la deje en la entrada de la iglesia, yo no soy muy creyente amix, pero debo de admitir que fue una experiencia bonita.
Si caminas unos cuantos pasos hacia abajo te encontrarás con el ahuehuete, que como dato curioso tiene 227 años de antigüedad y sus aguas son curativas, es un paisaje hermoso y la arquitectura una maravilla. En ese lugar podrás mojarte todx toditx, o si quieres algo más tranqui simplemente meter los pies en estas hermosas aguas cristalinas.
Mucho contexto histórico, aquí tenemos de todo y por supuesto que no podía faltar lo tradicional de este hermoso lugar.
En el mercado de Chalma podrás encontrar objetos religiosos, cristos, rosarios con los que puedes mojarlos con el agua bendita y traer siempre un amuleto de la suerte.
Ellos se dedican a los dulces típicos y licores, amix de verdad tienes que probar si o si las riquísimas cajetas, las tienen en diversas presentaciones y TODAS están para chuparse los dedos. Si quieres ponerte feliz un ratito, acércate a degustar los licores y rompopes de distintos sabores, yo me lleve un licor de maracuyá y un rompope de café, que por cierto 10/10 bebé.
Además, si te gusta la comida típica, no te puede faltar probar el mole de Chalma, una receta preparada con anchoas, ajonjolí y chipotle, ¡te encantará!
Eso fue todo amix, recuerda que si vas al santuario debes de comprarte tu corona y hacer el pequeño ritual, es una experiencia que no te puedes perder.
Con esencia y pasión, tetere tetere.
Referencias: